Curvado de tuberías
Esta es una técnica mecánica con la que se modifica la dirección de un tubo sin afectar su estructura general. Durante la misma, la parte externa al doblado del ducto se ve reducida por la elongación del material, mientras que la interna aumenta.
Para realizar un curvado correcto, es crucial utilizar los tipos de herramientas adecuadas según el diámetro específico de la tubería, asegurándose que estén en buen estado para evitar deslizamientos y garantizar un buen aprovechamiento del material.
¿Qué tipos de curvado existen?
- Por estiramiento: Este método es común para trabajar con tubos de pared delgada y radios de curvatura pequeños.
- A tracción: El tubo se sujeta desde ambos extremos y se dobla alrededor de un bloque formador, siendo considerado apropiado para radios grandes y recomendado también para curvas que no sean circulares.
- Por compresión: La tubería se sujeta con dos mordazas, una fija y otra deslizante, con las que se le obliga a doblarse alrededor de un dado formador fijo, permitiendo curvas ajustadas sin espacios entre sí.
- A rodillos: Utilizando tres dados cilíndricos, esta técnica permite desarrollar curvas de gran radio, además es ideal para enrollar tuberías en forma de espiral o serpentín.
Pasos para el curvado
- Preparación: Hay que asegurarnos de usar un equipo adecuado de protección personal. De igual forma, debemos seleccionar la dobladora adecuada dependiendo de las características del tubo que se vaya a doblar, como su tipo y dimensiones.
- Ubicación: Debemos situar el tubo en una superficie plana o en el piso, marcando el punto donde deseamos realizar el doblez y alineando este punto de la tubería con la flecha de la dobladora.
- Ejecución del curvado: Aplicamos presión pisando el dispositivo y ejercemos fuerza sobre la palanca, mientras mantenemos una velocidad constante hasta lograr el ángulo deseado.
- Verificación final: Es ideal que revisemos la tubería doblada para constatar que no presente defectos visuales, costura abierta, desprendimiento de capa de recubrimiento, aplastamiento u otro tipo de problemas que puedan indicar un error en el proceso y comprometer la calidad de la instalación.
Problemas comunes
Dentro de los inconvenientes que podemos tener después del curvado, podemos encontrar ovalamiento, rayas longitudinales, arrugas en la parte interna o desprendimiento de la capa de zinc; debido a presiones y velocidades inadecuadas, tubos de tamaños que no corresponden, malas alineaciones de rodillos, entre otras causas.
Roscado de Tuberías
Por otro lado, este procedimiento consiste en la creación de roscas en los extremos de la tubería para facilitar una conexión funcional y precisa con otras secciones o tubos.
Para que el roscado se ejecute de una manera eficiente, es necesario contar con las siguientes herramientas:
- Roscadora de tubos: Herramienta principal para crear las roscas.
- Matrices: Piezas que se encargan de hacer las hendiduras. Deben ser seleccionadas con base en el diámetro y tipo de rosca.
- Aceite de roscar: Lubricante que reduce la fricción y facilita el proceso.
- Escariador y cortador de tubos: Son utilizados para preparar y cortar, respectivamente, el extremo de la tubería antes del procedimiento, eliminando así cualquier tipo de imperfección.
- Llaves de tubo: Ajustan y aseguran el ducto durante el roscado.
- Equipos de protección personal: Como guantes o gafas, para garantizar la seguridad de quien ejecuta el proceso.
Paso a paso del roscado
- Preparación del material: Debemos definir el tipo de tubería y su diámetro. Posteriormente, hemos de verificar que la superficie esté libre de suciedades, partículas sueltas o rebabas que puedan dificultar el proceso.
- Asegurar la tubería: La fijaremos usando un tornillo de banco o algún soporte especializado. Si el ancho del ducto es menor a una pulgada, se pueden utilizar las mordazas para sujetarla bien. Lo primordial es que no se mueva.
- Seleccionar la rosca adecuada: Según el diámetro del tubo, precisaremos de determinado de rosca y de matriz. Esto se puede conocer con las marcas del cabezal de la terraja. También es importante verificar que los dientes de la roscadora estén en buen estado.
- Posicionar el troquelado: Debemos aplicar aceite de roscar en el extremo a intervenir para facilitar el proceso y reducir la fricción, además de colocar el cabezal de troquelado centrado en el tubo y asegurarnos que la matriz esté lubricada antes de comenzar.
- Iniciar con el roscado: Introducimos el troquel en la tubería hasta que encaje bien. Después hay que girarlo en el sentido contrario a las manecillas del reloj durante medio ciclo para que el roscado avance progresivamente, y repetir las veces necesarias. Es primordial que la herramienta esté alineada y lubricada en todo momento para evitar daños y sobrecalentamientos.
- Desmontar el troquel: Una vez terminada la rosca, giraremos en la rotación opuesta para retirar el cabezal.
- Sellar las conexiones: Podemos usar cinta de teflón, sellador o algún compuesto líquido en las roscas para un mejor sellado. Con papel de lija podemos eliminar imperfecciones que puedan ocasionar fugas o corrosión en las conexiones.
En definitiva, ambos procedimientos requieren de una extrema precisión y cuidado de los detalles. El usar las herramientas adecuadas y hacer un buen seguimiento del paso a paso nos dan la seguridad de brindar una instalación de calidad, de larga duración y que no afecte al resto del sistema eléctrico.